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Thutmose III conquista Egipto en la batalla de Megiddo y transforma al país en superpotencia regional

Escrito por radioondapopular
septiembre 5, 2025
Thutmose III conquista Egipto en la batalla de Megiddo y transforma al país en superpotencia regional

Thutmose III: El faraón que transformó Egipto en una superpotencia

El reinado de Thutmose III marcó un punto de inflexión en la historia del antiguo Egipto. A los 25 años, este joven faraón asumió el poder en un contexto de crisis, tras la muerte de la reina Hatshepsut, y enfrentó varias rebeliones en el Levante. El futuro del país parecía incierto, ya que su autoridad dependía de decisiones audaces y de su capacidad militar, en un momento en que Egipto estaba vulnerable. La clave para consolidar su poder fue la decisiva batalla de Megiddo, donde con valentía y estrategia, sentó las bases para convertir a Egipto en la principal potencia de la región.

## La crisis tras la muerte de Hatshepsut

Tras el fallecimiento de Hatshepsut, las revueltas en las tierras del Levante se intensificaron, poniendo en peligro la estabilidad del imperio. Según informes de National Geographic, Thutmose III, con apenas unos meses en el trono, tuvo que demostrar su capacidad como líder militar ante una coalición formidable. Desde la fortaleza de Tjaru, ubicada en el delta oriental, reunió a su ejército y partió en una campaña que definiría su liderazgo y la expansión del imperio.

Se estima que el ejército egipcio, compuesto por miles de soldados, movilizó tanto fuerzas en Egipto como en territorios asiáticos, en una operación rápida y coordinada. La marcha, que cubrió aproximadamente 200 kilómetros en diez días, llevó a las tropas desde Tjaru hasta Gaza, en la región de Yehem, cercana a Megiddo. Los registros antiguos revelan que, durante la campaña, Thutmose ideó una estrategia audaz, que marcaría un antes y después en su historia militar.

## La estrategia audaz en la batalla de Megiddo

Según las inscripciones en el Templo de Amun-Re, la táctica de Thutmose III fue sorprendente y arriesgada. Aunque la mayoría de sus comandantes recomendó evitar el paso de Aruna, un estrecho desfiladero propicio para emboscadas, el faraón juró ante el dios Amón-Ra que atravesaría esa ruta. Confiado en su estrategia, el ejército egipcio logró cruzar rápidamente el desfiladero, tomando a los defensores de Megiddo por sorpresa y posicionándose en el valle de Qina.

La batalla decisiva ocurrió al amanecer, cuando las fuerzas egipcias, organizadas en tres unidades, avanzaron en forma de media luna hacia el campamento enemigo. La confusión entre los defensores fue total; muchos arrojaron sus armas y huyeron, dejando atrás caballos, carros y objetos de gran valor. La estrategia de rodear la ciudad y construir fortificaciones con madera fue fundamental, ya que el asedio duró siete meses, durante los cuales se cortaron suministros y se impidió cualquier intento de refuerzo.

## El resultado y las consecuencias de la batalla

Finalmente, la ciudad de Megiddo se rindió, permitiendo a Thutmose III capturar a numerosos líderes enemigos, aunque el príncipe de Kadesh logró escapar. Las cifras oficiales indican bajas modestas entre los enemigos: 83 muertos y 340 prisioneros de alto rango. Sin embargo, el botín obtenido fue considerable, incluyendo más de 2,000 caballos, casi mil carros de guerra, 200 armaduras y más de 500 arcos compuestos, una tecnología avanzada para la época.

Este triunfo militar consolidó la posición de Egipto en la región y sentó las bases para su expansión futura. La campaña de Thutmose III no solo fue una demostración de su liderazgo, sino que también marcó el inicio de una etapa en la que Egipto se convirtió en una superpotencia regional, dominando vastos territorios y estableciendo un imperio que duraría siglos. La audacia y estrategia de este joven faraón siguen siendo estudiadas como ejemplos de liderazgo en la historia militar antigua.

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