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Trump acusa a China e India de financiar la invasión a Ucrania al comprar petróleo ruso, desafiando las sanciones internacionales

Escrito por radioondapopular
agosto 5, 2025
Trump acusa a China e India de financiar la invasión a Ucrania al comprar petróleo ruso, desafiando las sanciones internacionales





Financiamiento de la invasión a Ucrania a través del petróleo ruso

EE.UU. acusa a China e India de financiar la invasión a Ucrania mediante la compra de petróleo ruso

La guerra en Ucrania continúa sin avances significativos en las negociaciones de paz, mientras que Estados Unidos intensifica su discurso contra actores clave en el ámbito energético global. El presidente Donald Trump ha solicitado públicamente a China e India que dejen de adquirir petróleo ruso, acusándolas de contribuir indirectamente a sostener financieramente las acciones militares del Kremlin.

Esta estrategia busca afectar las finanzas de Vladimir Putin y limitar sus ingresos derivados del petróleo, una de sus principales fuentes de financiación. Sin embargo, a pesar de las advertencias de Washington, tanto Beijing como Nueva Delhi mantienen sus compras de crudo ruso, beneficiándose de los precios bajos. La adquisición de petróleo en descuento permite a las refinerías asiáticas procesar y reexportar productos refinados, incluyendo a mercados europeos, complicando aún más la presión internacional.

El crecimiento del comercio energético ruso con China, India y Turquía

Tras las sanciones de la Unión Europea en enero de 2023, que prohibieron las importaciones marítimas de petróleo ruso, los principales destinos del crudo procedente de Moscú se convirtieron en China, India y Turquía. Según datos del Instituto de Economía de Kiev, las transacciones de energía con estos países crecieron exponencialmente, alcanzando cifras millonarias. China importó petróleo, gas y carbón rusos por valor de aproximadamente 220 mil millones de dólares, seguidos por India con más de 130 mil millones y Turquía con cerca de 90 mil millones.

El caso de India es particularmente llamativo. Antes de la invasión, en enero de 2022, compraba solo unos 68.000 barriles diarios de crudo ruso. Para mayo de 2023, esa cifra había aumentado a un récord de 2,15 millones de barriles diarios, desplazando a proveedores tradicionales como Irak y Arabia Saudita. Rusia llegó a representar casi el 40% de las importaciones de crudo de India, consolidándose como su principal fuente de energía.

La estrategia de Rusia y la postura de India y China ante las sanciones

Rusia ha ideado mecanismos para sortear las sanciones internacionales, como la creación de una «flota fantasma» para exportar petróleo y evitar las restricciones del G7. Además, el combustible ruso no solo satisface la demanda interna en India, sino que también se procesa en sus refinerías para su reexportación como diésel y gasolina a países que no pueden comprar crudo ruso directamente, aprovechando lagunas legales en las sanciones occidentales.

Por su parte, los gobiernos de India y China defienden sus decisiones energéticas basándose en intereses propios. La Cancillería india afirmó que su relación con Moscú es «estable y duradera», y que las importaciones responden a criterios de disponibilidad y costo. El portavoz Randhir Jaiswal enfatizó que la política energética de la India no será dictada por terceros.

En el caso de Estados Unidos, Trump ha vinculado las compras energéticas con las relaciones bilaterales y anunció un arancel del 25% a productos indios como represalia por su negativa a aislar a Rusia. La Casa Blanca argumenta que estas medidas buscan equilibrar el comercio, pero en la práctica, también buscan presionar a India y China para que reduzcan su apoyo económico a Moscú.

Perspectivas y diversificación en las relaciones internacionales

A pesar de las tensiones, India continúa con su estrategia de «multialineamiento». Mantiene vínculos energéticos con Rusia al mismo tiempo que firma acuerdos comerciales con Reino Unido y refuerza su cooperación en defensa con Estados Unidos y Francia. Este enfoque busca diversificar sus fuentes y reducir la dependencia de Moscú.

Por su parte, China ha adoptado una postura aún más firme. En negociaciones en Estocolmo, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que garantizará su seguridad energética según sus propios intereses. La diplomacia china rechaza cualquier forma de coerción y asegura que presiones externas no afectarán sus decisiones estratégicas.


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