Trump anuncia que firmará una orden ejecutiva para impedir que los estados regulen la inteligencia artificial

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este lunes que emitirá un decreto para quitar a los estados la facultad de regular la creciente industria de la inteligencia artificial, sosteniendo que esa prerrogativa corresponde al gobierno federal. «Debe haber un único manual si queremos seguir liderando en inteligencia artificial» publicó Trump en Truth Social. La iniciativa busca asegurar un marco regulatorio único a nivel nacional para la IA, según sus declaraciones.

Sus esfuerzos para controlar el desarrollo de la inteligencia artificial enfrentan una intensa oposición política y legal. La resistencia proviene de distintos sectores y continúa generando controversia en torno a las posibles consecuencias de centralizar la regulación. En este contexto, la discusión sobre la IA se mantiene en el centro del debate público y político del país.

Estados Unidos quiere mantener el liderazgo en ese terreno, por razones de seguridad nacional, frente a China en particular, y también porque la IA representa en la actualidad uno de los mayores vectores de inversión en el país. El objetivo oficial es sostener la posición estadounidense en un campo visto como estratégico para la economía y la defensa. Estas consideraciones impulsan la presión por un marco regulatorio homogéneo a nivel federal.

## Visión presidencial y marco regulatorio

Sin embargo, la Casa Blanca se enfrenta a un profundo escepticismo en el Congreso, donde muchos demócratas y algunos miembros de su propio Partido Republicano desconfían de los posibles daños económicos y sociales de la tecnología. La oposición no es homogénea y el costo político de avanzar con medidas severas es tema de intenso análisis en determinadas comisiones. El desenlace de estas deliberaciones podría definir la viabilidad de la iniciativa.

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«Estamos superando a todos los países en este momento en la carrera, pero eso no durará mucho si vamos a tener 50 Estados, muchos de ellos actores negativos, involucrados en las reglas y el proceso de aprobación», escribió Trump en su publicación. «¡No puede haber duda sobre esto! ¡La IA será destruida en su infancia! Estaré emitiendo una Orden Ejecutiva de una regla (para todo el país, ndlr) esta semana», advirtió.

Los sondeos indican que la preocupación sobre el impacto de la IA en el mercado laboral está creciendo, especialmente entre los jóvenes, que temen que las oportunidades de trabajo vayan a reducirse. El aumento de preocupaciones se da en un contexto de rápidos avances tecnológicos y de debates sobre el impacto en empleos tradicionales. Esta dinámica alimenta el pulso político en torno a la regulación de la IA.

Trump habría creado ya un grupo de trabajo en la Casa Blanca dedicado a denunciar ante la justicia las leyes estatales sobre IA, según un borrador de esa orden presidencial revelado el mes pasado por el sitio web The Hill. La medida sugiere una intención de enfrentar, a nivel federal, las restricciones que algunos estados imponen a la IA. El equipo busca mapear y cuestionar marcos estatales que podrían chocar con una regulación unificada.

Ante las restricciones de algunos estados, Trump estudia limitarles el acceso a fondos federales para desarrollar el acceso a internet de banda ancha. La propuesta forma parte de la estrategia para asegurar un alcance nacional de la regulación de la IA y de las capacidades digitales en general. La posibilidad de utilizar fondos federales como herramienta de presión ha sido destacada por asesores cercanos al plan.

## Reacciones y riesgos en el Capitolio

La idea de cortar la iniciativa de los estados es alentada por el consejero para temas de inteligencia artificial y criptomonedas de Trump, David Sacks, con el apoyo de los mayores actores del sector, como el jefe de OpenAI, Sam Altman, y el presidente y director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang. Esa postura cuenta con voces influyentes dentro de la industria tecnológica y de inversiones de riesgo, que ven en la coordinación federal la clave para evitar un mosaico normativo contraproducente. Algunas figuras del sector ven la regulación como un motor de seguridad y ritmo en el desarrollo tecnológico.

«La regulación estatal de la inteligencia artificial detendría esta industria y crearía un problema de seguridad nacional, ya que necesitamos asegurarnos de que Estados Unidos avance en la tecnología de inteligencia artificial lo más rápido posible», dijo Huang a periodistas durante una audiencia en el Congreso estadounidense la semana pasada. Los directivos de las principales empresas del sector sostienen que una regulación fragmentada podría frenar el progreso y el liderazgo estadounidense. El debate se mantiene abierto ante la posibilidad de equilibrar innovación y control público.

Los líderes de la industria se quejan de que hay más de 1.000 proyectos de ley sobre la IA actualmente en los Congresos estatales. La magnitud de la cobertura legislativa refleja la posición central que la IA ha adquirido en la agenda regulatoria y económica de Estados Unidos. El desenlace de estos esfuerzos podría definir el marco operativo de la IA en el corto y mediano plazo.

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(FIN) AFP/CFS