Las fuerzas militares de Estados Unidos llevaron a cabo este miércoles la incautación de un gran buque petrolero en aguas cercanas a Venezuela. La operación, calificada por el propio presidente Donald Trump como la mayor confiscación de este tipo realizada por su país, generó una inmediata repercusión en los mercados internacionales. Tras conocerse la intervención militar, el precio del crudo experimentó un ligero aumento.

Declaraciones oficiales y detalles de la operación

El mandatario estadounidense declaró a la prensa: «Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un buque de un tamaño extraordinario; de hecho, el más grande jamás confiscado.» Además, añadió que «están ocurriendo otras acciones que se darán a conocer más adelante». La confirmación oficial de la Casa Blanca fue acompañada por un video que muestra a militares estadounidenses descendiendo desde aeronaves y abordando el buque interceptado.

Operación coordinada y detalles logísticos

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, difundió un video en el que se observa a militares descendiendo desde varias aeronaves para abordar el buque confiscado frente a Venezuela. La operación fue coordinada entre el FBI, el Servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional, la Guardia Costera y contó con el apoyo del Departamento de Defensa.

Según Bondi, la incautación se realizó en cumplimiento de una orden judicial contra un buque cisterna presuntamente utilizado para transportar petróleo sancionado proveniente de Venezuela e Irán. La operación se llevó a cabo de manera «segura y sin incidentes», mientras las investigaciones sobre las actividades ilícitas continúan.

Un alto mando del Ejército estadounidense, entrevistado por CBS News, reveló que la misión involucró un despliegue militar considerable: partió desde un buque de guerra, con la participación de dos helicópteros, diez efectivos de la Guardia Costera, diez marines y unidades de fuerzas especiales.

El buque incautado sería el Skipper

El grupo británico de gestión de riesgos marítimos Vanguard informó que el buque confiscado sería el Skipper, que fue retenido frente a Venezuela durante la madrugada del miércoles. Según las autoridades estadounidenses, este buque —anteriormente conocido como Adisa— fue sancionado por su presunta participación en operaciones relacionadas con el comercio de petróleo iraní.

Tras la noticia, los futuros del petróleo mostraron una tendencia alcista. Los contratos del Brent subieron 27 centavos, o un 0,4%, cerrando en 62,21 dólares por barril. Por su parte, los futuros del West Texas Intermediate en Estados Unidos aumentaron 21 centavos, también un 0,4%, finalizando en 58,46 dólares por barril, según Reuters.

Respuesta y justificación de Trump

El presidente Donald Trump defendió la operación asegurando que el buque «fue incautado por una muy buena razón», aunque evitó ofrecer detalles específicos sobre los motivos. Al ser consultado sobre la identidad del propietario del petrolero, señaló que esa información «se conocerá más adelante». También confirmó que desde la llamada telefónica que mantuvo con el dictador Nicolás Maduro el mes pasado, no ha vuelto a comunicarse con él.

En relación con el destino del crudo confiscado, Trump afirmó: «Supongo que nos quedaremos con el petróleo». Poco después, reiteró esa declaración, dejando abierta la posibilidad de que Estados Unidos disponga del cargamento. Este comentario incrementa las tensiones entre Washington y Caracas.

Reacción del régimen venezolano

El gobierno de Nicolás Maduro reaccionó rápidamente, calificando la operación como un “grave crimen internacional” y acusando a Washington de orquestar una campaña sistemática para despojar a Venezuela de sus recursos energéticos.

En un comunicado oficial, aseguraron que «el Gobierno Bolivariano reafirma que acudirá ante todas las instancias internacionales existentes para denunciar este grave crimen internacional, y defenderá con determinación absoluta su soberanía, sus recursos naturales y su dignidad nacional».