Trump prepara un polémico cambio: del Departamento de Defensa a «Departamento de Guerra» para mostrar fuerza y agresividad nacional

Trump busca renombrar el Departamento de Defensa como «Departamento de Guerra»

El presidente Donald Trump tiene previsto firmar una orden ejecutiva que cambiará el nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra. La medida, que se espera sea oficial este viernes, busca reflejar con mayor precisión la misión de los militares en la actualidad, según la administración.

Un documento oficial indica que «restaurar el nombre ‘Departamento de Guerra’ agudizará el enfoque en los intereses nacionales y enviará un mensaje claro a los adversarios de que Estados Unidos está dispuesto a librar una guerra para defender sus intereses».

Este cambio ha sido insinuado por la administración durante varias semanas. El propio Trump mencionó en una reunión en la Oficina Oval, el mes pasado, que la modificación del nombre sería una realidad muy pronto. Sin embargo, aún no está claro si la decisión será un cambio formal o si se limitará a un uso secundario del término «Departamento de Guerra».

Posibles implicaciones y controversias del cambio

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, expresó durante un discurso en una ceremonia de graduación en Fort Benning, Georgia, que su cargo «podría tener un nombre ligeramente diferente mañana; ya veremos». Esto ha generado dudas sobre si el cambio será oficial o solo un término coloquial en ciertos contextos.

Es importante destacar que, legalmente, solo el Congreso puede cambiar el nombre del Departamento, que fue creado en 1789 y ha recibido cambios de denominación mediante legislación a lo largo de la historia. Hasta ahora, la agencia ha mantenido su nombre desde 1949, cuando pasó a denominarse oficialmente «Departamento de Defensa».

El documento filtrado sugiere que la administración podría intentar evitar el proceso legislativo formal, usando títulos secundarios como «Secretario de Guerra» o «Departamento de Guerra» en comunicaciones oficiales y eventos ceremoniales. Esto permitiría, en teoría, mantener cierta apariencia de cambio sin la aprobación legislativa necesaria.

Historial y costos asociados al cambio de nombres militares

Desde su creación por George Washington, el Departamento de Defensa ha cambiado de nombre en pocas ocasiones. La última fue en 1949, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando adoptó su denominación actual. Antes de eso, fue conocido como «Departamento de Guerra».

En 2018, durante el gobierno de Trump, también se realizaron cambios en los nombres de algunas unidades militares, como el Comando del Pacífico, que pasó a llamarse «Comando Indo-Pacífico» para reflejar mejor la influencia de India en la región.

No obstante, los cambios oficiales de nombre suelen ser costosos. La señalización, la papelería, los sellos y las instalaciones deben actualizarse, lo que puede costar millones de dólares. Por ejemplo, durante la administración Biden, la modificación de nombres de instalaciones en honor a confederados costó más de 60 millones de dólares.

El regreso de Trump y las decisiones de Hegseth han llevado a una reversión parcial de esas modificaciones, restaurando nombres históricos y generando debates sobre el costo y la conveniencia de estos cambios.

Reacciones y perspectivas

Hasta el momento, los líderes del Congreso, tanto republicanos como demócratas, no han emitido declaraciones oficiales respecto a la posible modificación del nombre del Departamento. La decisión podría marcar un cambio simbólico importante en la percepción del militarismo en Estados Unidos.

Mientras tanto, expertos y analistas consideran que, si bien el cambio puede tener un impacto en la imagen del ejército, también implica costos prácticos y legales que podrían obstaculizar su implementación formal.

En conclusión, el plan de Trump de renombrar el Departamento de Defensa como «Departamento de Guerra» refleja una postura más agresiva y un enfoque reforzado en la preparación para el conflicto. Sin embargo, la complejidad legal y los costos asociados hacen que la medida esté rodeada de incertidumbre.