Trump y Starmer discuten paz en Gaza durante encuentro en Escocia

El lunes, Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido, llegó al campo de golf de Donald Trump en Escocia con una agenda diplomática y humanitaria. La visita tuvo lugar en el lujoso complejo de Turnberry, propiedad de la familia Trump, donde el mandatario estadounidense de 79 años se encontraba jugando golf. La reunión se realizó en medio de un contexto de tensiones internacionales, centradas en la crisis en Gaza y en las negociaciones comerciales entre ambos países.

Durante su visita, Starmer solicitó a Trump que tome medidas para frenar la crisis humanitaria en Gaza, donde la población sufre graves padecimientos y una hambruna cada vez más aguda, según informes oficiales del gobierno británico. Además, el primer ministro británico busca avanzar en la reducción de aranceles comerciales que afectan las relaciones bilaterales. En particular, espera que Estados Unidos reduzca las tarifas sobre las exportaciones del Reino Unido, que actualmente enfrentan un impuesto del 10% en algunos sectores, y que se abran nuevas oportunidades para productos británicos como la carne de res y el etanol.

Por su parte, Trump expresó su disposición a explorar un alto el fuego entre Israel y Hamas en Gaza, una medida que sería un paso significativo en medio de la escalada de violencia en la región. El expresidente también abordó con Starmer la posibilidad de acelerar la entrada de ayuda humanitaria y la liberación de rehenes retenidos por Hamas, en un momento en que las negociaciones para un acuerdo de paz se encuentran en un punto muerto. La semana pasada, las conversaciones en Qatar fracasaron tras la retirada de delegaciones israelíes y estadounidenses, acusando a Hamas de no querer un acuerdo, una versión que Hamas niega.

El conflicto en Gaza continúa generando una crisis humanitaria, con Israel enfrentando presiones internacionales por su bloqueo a la distribución de víveres y medicamentos. Mientras tanto, Israel ha anunciado una pausa en las operaciones militares en algunas zonas para permitir la entrada de ayuda. En este contexto, el gobierno británico anunció su intención de enviar asistencia y evacuar a niños que necesitan atención médica urgente.

En el ámbito político, Starmer enfrenta también la presión para reconocer formalmente un Estado palestino, siguiendo el ejemplo de Francia, que anunció su intención de hacerlo en la próxima Asamblea General de la ONU. Más de 220 diputados británicos, incluidos muchos laboristas, han solicitado formalmente este reconocimiento, argumentando que es un paso necesario para avanzar en la solución del conflicto.

En materia comercial, las relaciones entre Londres y Washington parecen avanzar positivamente. Trump elogió el acuerdo comercial alcanzado en mayo, que prevé aranceles reducidos para productos británicos, y expresó su esperanza de fortalecer aún más los lazos económicos. Sin embargo, el Reino Unido continúa negociando exenciones específicas para productos como el acero y el aluminio, que enfrentan actualmente un arancel del 25%, a pesar de ser la mitad del 50% aplicado en otros países.

Esta visita de Starmer a Trump representa una oportunidad para fortalecer las relaciones bilaterales en medio de un escenario internacional marcado por la crisis en Gaza y la necesidad de avanzar en soluciones diplomáticas y comerciales. La atención internacional sigue puesta en cómo estos líderes abordarán los desafíos humanitarios y políticos en los próximos meses.