Brasil.- Érika de Souza Vieira Nunes, una mujer de 42 años, ha sido recientemente liberada tras haber sido acusada de llevar el cadáver de su tío al banco en un intento por obtener un préstamo de 17 mil reales.
Este hecho insólito ha generado una mezcla de repulsión e incredulidad, mientras que las circunstancias y motivaciones detrás del acto aún son objeto de especulaciones y análisis.
El caso emergió cuando los empleados del banco, situado en Río de Janeiro, Brasil, grabaron un video que rápidamente se viralizó.
En las imágenes, se observaba cómo Paulo Roberto Braga, un hombre de 68 años, era incapaz de moverse por sí mismo, lo que llevó a su sobrina a “asistirlo” en el proceso de firma de documentos para el préstamo.
Este gesto fue el que despertó sospechas y finalmente reveló la macabra realidad: el hombre ya estaba fallecido en ese momento.
Aunque inicialmente Érika de Souza fue detenida bajo acusaciones de tentativa de malversación de fondos y maltrato de cadáver, su situación judicial ha dado un giro reciente.
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Liberan a mujer que usó el cadáver de su tío para pedir un préstamo
La juez Luciana Morocco, al evaluar el caso, decidió concederle libertad condicional a Érika, argumentando que no representa una amenaza para el orden público ni es probable que obstruya la investigación en curso.
Como parte de las condiciones de su libertad, Érika debe reportarse regularmente ante las autoridades, no cambiar de domicilio sin notificarlo y no abandonar la región por más de siete días sin autorización previa.
Los abogados de Érika han presentado un argumento que complica aún más el panorama: alegan que su clienta sufre de problemas de salud mental y estaba bajo una considerable presión emocional y económica, ya que necesitaba cuidar de su hija adulta con discapacidad, quien depende completamente de ella.
Mujer insiste que su tío estaba vivo cuando llegaron al banco
No obstante, la investigación sigue su curso y también se está evaluando un posible cargo de homicidio imprudente, aunque Érika insiste en que su tío aún estaba vivo al momento de llegar al banco.
La policía, apoyada por evidencias de videovigilancia, sostiene que ella era plenamente consciente de la muerte de su tío y optó por no buscar ayuda médica, lo cual podría encuadrarse en un delito de “omisión flagrante de socorro”.
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