ES DEMAGOGIA ANUNCIO DE EXPULSIÓN DE MIGRANTES VENEZOLANOS

El exministro del Interior, Rubén Vargas, consideró que es demagogia el anuncio de la expulsión de los migrantes que no iniciaron su proceso de regularización, al precisar que por lo menos medio millón de venezolanos están en condición irregular. Señaló que el Gobierno tendría que gastar 2 mil dólares para deportar a un solo venezolano, el cual podría volver a ingresar al país.
«Si no son un millón, que sean 500 mil. La pregunta es si hay una forma de expulsar a 500 mil venezolanos del Perú. Es difícil pensar que aguante logística y presupuesto para hacer esas expulsiones. Estamos cayendo en esa demagogia de las promesas y de las acciones, que van dirigidas a la tribuna, pero no son medidas efectivas que van a ayudar a resolver los problemas de inseguridad», dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que los últimos gobiernos han estado recurriendo a promesas vinculadas a la población migrante, especialmente a los venezolanos, para ganarse el aplauso fácil. «Recordemos que Pedro Castillo durante su discurso de investidura dio un plazo de 48 horas para que todos los venezolanos abandonaran el país, porque si no les iba a caer el guante», indicó.
«Esa fue la amenaza de Pedro Castillo, pero lamentablemente pasaron 48 horas, pasaron 4 meses, pasó el tiempo y no hizo absolutamente nada. Se sumió en la incapacidad y en la corrupción. Ahora se está nuevamente con este discurso de expulsión para los extranjeros que no han saneado y no han regularizado su situación migratoria», expresó.
Manifestó que la migración venezolana al Perú ha sido más de un millón y medio, los cuales estarían en una situación migratoria probablemente irregular. «Este procedimiento está a cargo del sector Interior y de la Superintendencia Nacional de Migraciones. Tendrían que realizar el procedimiento administrativo sancionador y después de una detención de hasta 48 horas el extranjero irregular tendría que ser expulsado a su país de origen», precisó.
Remarcó que el presupuesto para la expulsión de un extranjero a un país sudamericano el presupuesto bordea más o menos los 2 mil dólares. «Pongámonos en la hipótesis en el escenario idílico de que logramos expulsar a 500 mil extranjeros. La pregunta es que impediría a esos 500 mil volver a ingresar al país. Nuestras fronteras son una coladera», apuntó.
Señaló que está bien tener una herramienta, que permita hacer esas expulsiones cuando sea necesario, al aclarar que no es una varita mágica que va a expulsar a todos los extranjeros que están involucrados en criminalidad organizada. «A esos delincuentes no les interesa regularizar su situación migratoria y no les interesa poner sus huellas digitales para que sean identificados», manifestó.
«Me parece bien que tengamos un procedimiento ágil de expulsión, hasta ahí todo bien, pero este procedimiento de expulsión tiene que formar parte de alguna estrategia mayor, porque no queremos que como el estado de emergencia termine en una decisión desgastada, sin sentido, sin contenido y al final los peruanos, que están afectados por el crimen organizado, terminen desencantados y desconfiando de sus instituciones», subrayó.