Lo último de la revista científica autorizada New Scientist: COVID-19 (Coronavirus) mata al 0.7% de los infectados. El 99,3% se recupera completamente. Murieron 5000 personas, todas ellas mayores de 50 años y con afecciones preexistentes (como enfermedades cardíacas o diabetes). La gripe diezmó a 30,000 personas solo en los Estados Unidos durante el mismo período. Las medidas adoptadas por los gobiernos, las comunidades y las personas en todo el mundo son mucho más peligrosas y perjudiciales que este o cualquier otro virus.
Esta ilusión masiva, psicosis, histeria o pánico es la primera. La única reacción comparable a una pandemia ocurrió en el siglo XIV con la peste bubónica (Peste Negra). La gripe española mató a 50-100,000,000 en todo el mundo. El SIDA infectó a 45,000,000 y millones perecieron. La gripe porcina infectó a 61 millones solo en los EE. UU. Y mató a 600,000 en todo el mundo. El SARS (2002-4) tuvo una tasa de letalidad 10 veces mayor que COVID-19. No hubo indicios de pánico o autoaislamiento histérico. Entonces, ¿qué da? ¿Porqué ahora?
La respuesta es una confluencia efluente de:
- Ignorancia
El analfabetismo funcional está en su punto más alto y el sistema educativo se había derrumbado.
- Redes sociales
Las noticias falsas, las tonterías y las teorías de conspiración son la única dieta pseudointelectual de la mayoría de las personas.
- Desconfianza de la autoridad.
La gente desconfía del gobierno, los expertos, los médicos, las compañías farmacéuticas, los laboratorios, las universidades, los políticos y los medios de comunicación. En cambio, confían en el boca a boca desinformado, los charlatanes y los estafadores cuyas mercancías basura se envían en YouTube y otros vertederos de basura no mitigados en línea. Por ejemplo: lavarse las manos es bueno, ¡la mayoría de las máscaras AUMENTAN el riesgo de contraer el virus!
- Narcisismo
El enamoramiento de uno mismo conduce a la aversión al riesgo extremo y a medidas excesivas de mimos, automedicación y autoprotección. Las personas consideran que sus vidas cosméticamente significativas y sin precedentes únicas y atesoradas son dignas de los mayores esfuerzos de preservación.